MANUEL ALONSO ERAUSQUIN
Manuel A. Alonso Pacheco (San Juan, Puerto Rico, 6 de octubre de 1822 - San Juan, Puerto Rico, 4 de noviembre de 1889) fue un escritor y médico puertorriqueño. La infancia de Alonso transcurrió en San Juan hasta 1826, año en que la familia se trasladó a la ciudad del Turabo, Gurabo. Estudió en el Seminario Conciliar de San Juan.
Considerado como una de las primeras figuras literarias del Romanticismo antillano, dejó estampada una obra (El jíbaro) que, por su condición de pionera en la literatura de su nación, ha sido comparada por algunos estudiosos puertorriqueños con el Poema de Mío Cid o el Martín Fierro (piedras sillares, respectivamente, de las Letras españolas y argentinas).
Desde muy temprana edad supo conciliar su innata vocación literaria con un acentuado interés científico que, en 1842, le llevó a cruzar el Atlántico para cursar, en la Universidad de Barcelona, estudios superiores de Medicina. Esta prolongada estancia en la metrópoli resultaría a la postre providencial no sólo para su formación médica, sino también para la forja de su espíritu humanístico. En efecto, el escritor de San Juan enseguida comparó la agitada vida política que había conocido en España con la situación colonial de Puerto Rico, y de este análisis extrajo la conclusión -presente a lo largo de toda su obra- de que en el territorio insular era imprescindible una reforma político-administrativa precursora de la emancipación respecto a la metrópoli. Al mismo tiempo, durante su estancia en Barcelona quedó imbuido de la poderosa corriente literaria costumbrista que entonces comenzaba a arraigar con fuerza en las Letras españolas, y supo asimilarla a la par que mantenía el contacto con las noticias culturales que le llegaban desde su lejana isla.El 22 de octubre de 1842 ingresa en la Universidad Condal de Barcelona donde completó el bachillerato en Filosofía. En 1848 se doctoró en medicina y cirugía. En 1849 se publicó en Madrid su obra El Jíbaro.
En 1849 Manuel A. Alonso regresa a su patria, y se instala en Caguas, donde ejerce su profesión galénica y continua, en sus ratos de ocio, su afición literaria y periodística. Residió en España en dos ocasiones más, entre 1858 y 1861 y luego entre 1866 y 1871, donde ejerció la medicina. En 1871 se convierte en director del Asilo de Beneficencia de Caguas, cargo que mantiene hasta su muerte.